Hace muy poco se celebraba en Madrid la 25ª Cumbre del Clima de la ONU, también conocida como COP25. Participaron en ella los 195 países que firmaron el acuerdo de París en 2016 para combatir las emisiones nocivas. La cumbre tenía el objetivo de trazar los próximos objetivos y planes internacionales para combatir el cambio climático. Bajo el lema #Tiempodeactuar, se han analizado las nuevas propuestas y su viabilidad en pos de la llamada emergencia climática.

Por supuesto, también hubo espacio para la gastronomía y la hostelería, sectores cada vez más concienciados en temas de sostenibilidad, y que además reportaron datos económicos muy positivos en la ciudad de Madrid. La Cumbre de Clima tuvo una duración de once días, y un total de 25.000 asistentes. Por lo que los negocios de alojamiento y hostelería madrileños han mostrado un aumento de sus beneficios durante el mes de diciembre que cumplen las expectativas que se esbozaron respecto a los resultados económicos del evento.

Si no sabes qué lugar ocupó el gremio en la Cumbre del Clima, te contamos los puntos más destacados a continuación. Seguro que te sirven de inspiración para aplicar este espíritu a tu establecimiento. Y así poder unirte a los esfuerzos del sector por la sostenibilidad.

Tapas sostenibles como símbolo y ejemplo

Hostelería de España, confederación empresarial donde se encuentras representados unos 300.000 establecimientos del país, presentó el concepto de “tapas sostenibles”.

Tres figuras destacadas del mundo de la cocina presentaron sus creaciones en forma de tapa. Todas ellas basadas en productos de temporada y de proximidad para apoyar el desarrollo sostenible. Pepa Muñoz, chef y propietaria de El Qüenco de Pepa, presentó un arroz con setas y frutos secos. Joaquín Felipe preparó una gilda de coliflor. Y, por último, el restaurante Flax & Kale Street Azca firmó la “mini hamburguesa OMG! plant-based Burger”. Esta mini hamburguesa está diseñada “para todos los públicos”, con productos veganos y sin gluten.

Algunos puntos clave para la gastronomía

La elaboración de todo este despliegue alimenticio tenía como base dos conceptos muy importantes en la gastronomía del siglo XXI: la cocina de proximidad y el slow food o slow cooking. Es decir, el ahorro de transporte para los alimentos y la cocina de carácter sostenible.

Parece que estas opciones solo estuvieran al alcance de la alta cocina. Sin embargo, el proceso de elaboración y la agricultura también están cambiando y volviendo lo ecológico más accesible. Así que la concienciación está llegando a establecimientos más modestos también. Al fin y al cabo, la clientela también está más comprometida con la ecología también, por lo que la demanda influye en negocios de todos los tipos y tamaños. De hecho, existen iniciativas muy inclusivas para todo tipo de negocios, como por ejemplo, la comunidad Hostelería #porelclima.

Como se ha visto durante la COP25, la restauración tiene un gran impacto en las formas de consumo y de alimentación de nuestra sociedad. A pesar de que parece que podamos aportar poco como negocios, e incluso como ciudadanos, es crucial unirse a los desafíos que se nos presentan. Este ha de ser un esfuerzo común y constante; pues, sin nuestra participación, será imposible parar el cambio climático.